"Cometierra", con acento mexicano: la novela que conquistó a los jóvenes ya es serie

En 2019, Dolores Reyes irrumpió en la escena literaria con su primera novela, publicada bajo el sello independiente Sigilo (que este año también se vanagloria de tener publicado en su catálogo, y desde antes, al flamante Nobel de Literatura). Su obra, Cometierra, provocó un auténtico revuelo editorial, con múltiples reediciones, traducciones a más de 15 idiomas (fue elegida por The New York Times como uno de los cien libros notables de ese año) y una avalancha de mensajes de jóvenes y adolescentes compartiendo sus propias historias de dolor y violencia. La trama, centrada en una protagonista capaz de tragar tierra para descubrir lo que otros no pueden ver –secuestros, femicidios, violencia por doquier–, desencadenó un fervor entre los lectores jóvenes, quienes se identificaron con su narrativa. Ahora, esa singular figura salta fuera de las páginas e inspira una adaptación en forma de serie. Bajo la dirección del argentino Daniel Burman, la producción cuenta con siete capítulos y está disponible desde el 31 de octubre en la plataforma Prime Video, presentando nuevos matices –y acentos–, pero manteniendo la esencia original.
Lo curioso de esta adaptación es que la historia, tan del Conurbano bonaerense (aunque en la novela la autora, que vive en Caseros, no especifica la localidad), se filmó entre México y Uruguay, con elenco mexicano. Una suerte de triangulación latinoamericana donde la geografía se vuelve simbólica: para el dolor, el misterio, la ausencia y las muertes no importa la latitud.
A fines del año pasado, el libro de Dolores Reyes (junto a Las primas, de Aurora Venturini, Si no fueras tan niña, de Sol Fantín, y Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara) quedó en medio de una polémica por estar incluido como lectura opcional (desde los 15 años) en las escuelas secundarias de la Provincia. Desde el Gobierno nacional consideraron que el libro abordaba temas sexuales de manera explícita no apta para menores: “¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños! ¡Con los chicos no!”, escribió la vicepresidenta Victoria Villarruel en la red X. Reyes, por su parte, defendió la novela, dijo que servía para concientizar sobre el femicidio y la violencia de género, y que era su manera de aportar al debate sobre la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. Hubo una lectura masiva en el Teatro Picadero en defensa de los libros.
Reyes y Burman dialogaron con Revista Ñ a poco del estreno mundial de la serie, cuya música de presentación corre por cuenta de la cantante mexicana Natalia Lafourcade.
–¿Cómo surgió el encuentro entre ustedes?
–Daniel Burman: Tuve el privilegio y la bendición de acceder al libro de Dolores cuando todavía no había sido editado, durante su proceso de escritura. En ese momento estaba buscando de manera un poco errática y sin suerte una heroína para un proyecto que desarticule los arquetipos heroicos que venimos heredando: la idea del don no como el don de un superhéroe, sino como algo activado en función de lo social, de lo colectivo. Cuando leí el material de Dolores, quedé realmente muy impresionado por el personaje, por la narrativa. Y me acerqué a Dolores, que tuvo la generosidad de confiar en mí. Luego Amazon se sumó al proyecto y terminó posándose en México.
–Dolores, ¿cómo te convenciste de ceder la historia para esta adaptación televisiva?
–Dolores Reyes: Con Cometierra pasaron cosas loquísimas desde el inicio. Cuando terminé de escribir la primera versión de Cometierra y se las presenté no sólo a los editores, sino también a Daniel, estaba en la playa con mis hijos. Les pedí a los más grandes que llevaran a los más chicos a la playa, que yo al mediodía me sumaba. Quería hacer una corrección final. Piso la playa, que era Santa Teresita, una de las playas más populares, y me intercepta un pastor evangelista a los gritos, con traje, camisa, calor. El hombre me dice: "Las tierras que no pisaste nunca, Dios te las da". No me olvidé nunca. A partir de eso, vinieron todas las traducciones, una atrás de la otra y esta súper traducción a otro lenguaje, otro mundo, hecha serie, que hace que Cometierra llegue a lugares increíbles. Ahora que estuvimos en México, fue increíble. Iba con mis libritos dedicados para darles a Natalia Lafourcade, a Yalitza Aparicio, y ya lo tenían. Me decían que ya lo habían leído y que se acercaron porque les había encantado, las había conmovido, habían entendido necesario al personaje en un lugar como México, con la sangría impresionante de mujeres que faltan y desaparecen todos los días. Qué más puedo esperar de este libro, que es mi primera novela. Es un recorrido increíble, que ahora es serie en Prime Video, está todo revolucionado en mi casa.
 Dolores Reyes, autora de "Cometierra", y Daniel Burman, director de la serie.
Dolores Reyes, autora de "Cometierra", y Daniel Burman, director de la serie.–La serie se filmó entre México y Uruguay, con elenco mexicano, a pesar de que la novela transcurre en el Conurbano bonaerense. ¿Por qué el traslado de escenario?
–DR: El conurbano mexicano también existe. Creo que se respetó muchísimo el espíritu de Cometierra en el grupo de chicos. La cofradía de amigos sosteniendo una piba como Cometierra, que tiene que responder a cosas muy duras, cuando, generalmente, son los gobiernos y las policías los que deberían dar respuesta. Y hay ahí una chica con un don y una suerte de cofradía de amigos. Viajo mucho a México, lo siento muy cercano. Me dijeron un montón de veces en distintas partes del mundo, como México o Colombia, que sentían la historia muy cercana: "Ya sé que es Argentina, por la forma de hablar, pero siento que esto pasa a la vuelta de mi casa". Ahora, me pasa al revés con la serie, uno los escucha hablar y sabe que es en México, pero entrás en el universo de la serie y pasa también a la vuelta de la esquina.
–DB: Hay elementos esenciales de la obra que funcionan en México, como cualquier otra parte de Latinoamérica y del mundo también. Entonces no había inconveniente. Y había que posarlo en la cultura mexicana, con la paradoja de mantener un punto de vista y que tenga una identidad mexicana. Tenemos una sala de escritores y escritoras que trabajaron en colaboración con Dolores y conmigo como Mónica Herrera y Brenda Navarro. Pudimos exprimir la esencia de Cometierra y volver a crearla. Fue un juego alquímico. Tuvimos el apoyo para no llamar a los rostros del prime time, sino a los rostros que habitan en México, en los lugares que habitaría Cometierra. Hicimos un casting muy grande donde trabajamos con muchos actores, actores aficionados, liderado por Luis Rosales, grandísimo director de casting. Y después. los actores, con su habla verdadera, con su habla que refleja su propia identidad, hicieron propio el texto y nos lo devolvieron en una especie de reescritura. Con lo cual diría que Cometierra se reescribió tres veces: en dramaturgia para serie, en dramaturgia para serie en México y los actores la reescribieron en el habla del día a día. Fueron seis años de trabajo.
 Harold Torres y Lilith Curiel, en "Cometierra".
Harold Torres y Lilith Curiel, en "Cometierra".–¿Consideran que es una historia que contiene una esencia que se adapta a otras realidades latinoamericanas, y que además interpela especialmente a esos públicos?
–DR: Creo que estamos mucho más cerca de México de lo que pensamos. Desafortunadamente, en muchos aspectos, el tema de la desaparición, el trabajo de las organizaciones de mujeres buscando a los que faltan, se repite en distintos países, tanto en México como en Argentina, porque, acá, también siempre estamos buscando a alguien. Y Cometierra es una adolescente moderna, conurbana, precarizada, y eso se respeta, porque es, justamente, la esencia de la historia.
–¿Qué papel juega lo fantástico?
–DB: Yo me siento más cómodo con la idea de lo fantástico que con la idea del realismo mágico. La realidad que vivimos a veces no es muy mágica, pero tampoco muy fantástica. De ahí que esa definición que viene de la literatura me genera cierta incomodidad. Creo que tenemos una percepción de la realidad extremadamente fragmentaria. En realidad, es adentrarse a aquello que negamos o que aún no ha sido revelado. Pero francamente, estamos pisando la tierra y debajo de nuestros pies hay un universo que sabe todo, que nos conoce y que conoce incluso aquello que no queremos ver. Son universos que no están revelados o develados, pero están a la vuelta de la esquina o bajo nuestros pies.
–DR: Me muevo muy cómodamente en un registro hiperrealista, de la realidad, de los personajes, de la semántica al universo de la magia. Está el tema de la médium, de la adivinación, del contacto con las personas que ya no están y que estamos buscando. Me parece que hay algo en el sentido de un personaje que contacta con un elemento de la naturaleza que cobija a todos sus seres queridos, que son como si fuese un útero caliente frente a la opacidad en la muerte. Y hay alguien ahí que es médium, o sea que puede leer eso que la Tierra sabe, porque justamente se está haciendo cuerpo materialmente con la tierra y puede transmitírselo a quienes lo están buscando. También por eso ha tenido el recorrido que tiene este personaje. Si bien es un don bueno, es un don cercano, por eso termina siendo creíble.
 Max Peña y Lilith Curiel en "Cometierra". in a scene from the series "Cometierra.
Max Peña y Lilith Curiel en "Cometierra". in a scene from the series "Cometierra.–El libro ha tenido impacto en jóvenes lectores. A Dolores, se le acercan adolescentes para compartir sus historias. O le escriben por las redes.
–DB: Es que necesitamos que los escritores vuelvan a ser referentes de nuestra juventud. Además, quiero destacar lo tremendamente difícil que es lograr que un niño o adolescente tenga en las manos un papel impreso. A mí me emociona primero poder ver que es un libro que devolvió a la lectura a mucha gente y mucha gente que no tiene la biblioteca llena. Me parece muy conmovedor. Muchos jóvenes, que viven en lugares marginados de México, no conocían el libro y cuando accedieron a él, sintieron fascinación por quien lo había escrito. Cuando se empezó a saber que Dolores venía al rodaje, se emocionaron como si vieran a Duki. Eso es algo que para nuestra generación era normal: me acuerdo cuando un día en una librería lo vi a Ray Bradbury y me firmó un libro. En nuestra generación, la idea de conocer al escritor tenía todo un valor. Hoy poder volver a ver eso cuando los chicos están perdidos en las pantallas... es muy emocionante. Hay una esperanza en la palabra escrita.
–DR: Los chicos han tomado los personajes como propios. Durante todo este tiempo me han mandado representaciones de Cometierra, hechas por adolescentes. El año pasado me mandaron como nueve trailers, cosas filmadas, es muy hermoso. La verdad que se han tomado el personaje como propio. Pero a veces me cuentan que Cometierra está entre los primeros libros de sus vidas: este libro empieza una biblioteca para alguien. La sensación es hermosísima. El personaje sigue andando por la Tierra.
 El "Cometierra", de Dolores Reyes (Editoral Sigilo).
El "Cometierra", de Dolores Reyes (Editoral Sigilo).Clarin




